Cónoce más sobre la historia de San José Iturbide
La Ciudad Fundada el 5 de febrero de 1754 en la congregación de “Casas Viejas”, ubicada en la falda occidental de una pequeña colina conocida como “Loma de Pájaro”, perteneciente la hacienda de “El Capulín”, San José Iturbide se erige hoy, como uno de los principales municipios con mayor potencial y desarrollo turístico y económico del estado.
Es precisamente en esa fecha cuando por instancias del Arzobispo de México, Manuel Rubio y Salinas, y ante la anuencia del virrey Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, se determina construir un templo en ese lugar, ante la falta de consuelo espiritual que prevalecía en el numeroso vecindario. No obstante, es hasta septiembre de 1763 cuando se logra edificar la primitiva iglesia, que después de un siglo tuvo que ser derribada para dar lugar a actual templo parroquial, orgullo arquitectónico, sin duda, del municipio. Por su majestuosidad y belleza, la parroquia de
San José sobresale como el sitio de mayor interés visual, ya que figura como una de las construcciones religiosas más imponentes del país, al tratarse de un atractivo clasicista dela segunda mitad del siglo XIX en el que destaca el señorial vestíbulo con columnas cuyos capiteles corintios evocan a los de la iglesia de San Pedro en el Vaticano. Su principal promotor fue el padre Nicolás Campa, un religioso de gran preparación académica, quien delegó el diseño al renombrado arquitecto Ramón Rodríguez y Arangoiti, quien entre sus obras destacan el proyecto de la Catedral de Toluca, el desaparecido Palacio de Justicia y la Remodelación del Castillo de Chapultepec. La edificación de ésta magnífica obra representativa del arte neoclásico se realizó oficialmente de 1866 a 1995.
El movimiento revolucionario de 1910 tampoco pasó desapercibido en San José, pues en 1915 la plaza es escenario de un cruento combate entre los carrancistas y villistas. Ese mismo año la población es azotada por una epidemia de tifo, causando hambruna y desesperación; y por si fuera poco, en 1918,una epidemia de influenza española ataca a los sobrevivientes de la tragedia de la década, lapso en el que muere el 80 por ciento de la gente. Los años post revolucionarios no fueron mejores para el entonces abandonado pueblo, ya que en 1926 y 1939 se registraron continuos levantamientos sociales. En 1927 la rebelión cristera llega a San José encabezada por Fortino Sánchez, quien a su paso quema el palacio municipal y el archivo. En el lapso de 1940 a 1960 la vida en San José Iturbide Transcurrió como en somnoliento letargo, toda vez que se reduce a su mínima expresión el quehacer político, económico y social.